Uno de mis propósitos de año nuevo fue aprender a escribir con los dedos correctos en el teclado. Aprendí mucho más rápido de lo que esperaba, en una semana ya estaba escribiendo al mismo ritmo que antes, mi esposa dice que es porque soy músico y tengo dexteridad en las manos (quien sabe).
Pero lo interesante no es si escribo con los dedos correctos o no, sino lo que eso hizo en mi cerebro. Desde que escribo con los dedos correctos me distraigo mucho menos. La experiencia del teclado es más parecida a tocar piano que a escribir texto. Me empezaron a dar lata los colores de la computadora e incluso estoy empezando a trabajar en escalas de grises porque mi cerebro necesita enfocarse más. Gracias a esto las ideas fluyen mucho mejor y puedo mantener por mucho más tiempo la atención y la velocidad con la que plasmo mis ideas aumentó diría yo como un 30%.
No cabe duda que a veces juzgamos las cosas demasiado a la ligera y cosas tan sencillas como saber teclear correctamente puede tener un impacto tan grande en nuestro cerebro. En serio, los invito a que lo prueben. Si son adultos, están a tiempo, se los digo yo que tengo 36 y me llevó una semana adaptarme. La verdad no es difícil y los beneficios al menos en mi caso son muy grandes. Si son chavos, les tengo noticias: !Sí es útil mecanografía! Un semestre es más que suficiente, pero sí es importante.
No cabe duda que seguir aprendiendo cosas sencillas mantiene el cerebro activo y enfocado.
( la taquimecanógrafia no es exclusiva para mujeres)
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